Comprar una vivienda nueva no se limita al pago del precio de la propiedad. Además del coste del inmueble, existen una serie de impuestos y gastos obligatorios que el comprador debe asumir. Conocerlos de antemano permite planificar el presupuesto y evitar sorpresas económicas tras la compra.

IVA por la compra de vivienda nueva

El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es el impuesto principal que grava la compra de una vivienda nueva. Se aplica sobre el precio total de venta y varía según el tipo de vivienda y la finalidad de uso.

Los tipos de IVA más comunes son:

  1. Vivienda habitual: el tipo general es del 10%, aplicable a la mayoría de inmuebles nuevos destinados a residencia habitual.
  2. Vivienda de protección oficial (VPO): algunas comunidades autónomas aplican un tipo reducido del 4% para facilitar el acceso a este tipo de vivienda.
  3. Locales comerciales o viviendas con fines distintos: el tipo general es del 21%, aplicable a pisos destinados a alquiler turístico o locales que se conviertan en vivienda.

Es importante recordar que el IVA se calcula sobre el precio total de la vivienda y no sobre el valor catastral ni sobre otros gastos asociados.

Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD)

El AJD grava la formalización de la escritura pública y su inscripción en el Registro de la Propiedad. Su tipo depende de la comunidad autónoma, oscilando generalmente entre el 0,5% y el 1,5% del precio de la vivienda. Este impuesto incluye aspectos como la escritura de compraventa, la inscripción registral y, si la vivienda se financia con hipoteca, la inscripción de la carga hipotecaria.

Por tanto, al calcular el coste total, se recomienda tener en cuenta que el AJD puede aumentar si el valor declarado de la vivienda es elevado. También conviene considerar que algunas comunidades aplican bonificaciones parciales para ciertos perfiles de compradores o viviendas específicas.

Gastos notariales y registrales

Además de los impuestos, existen gastos obligatorios asociados a la formalización de la compra que incluyen notaría, registro y, en muchos casos, gestoría. Aunque no son impuestos, forman parte del coste final de la vivienda y deben considerarse en el presupuesto.

Los principales gastos son:

  1. Notaría: los honorarios varían según el precio de la vivienda y la extensión de la escritura.
  2. Registro de la propiedad: inscripción de la vivienda y cualquier carga hipotecaria que se genere.
  3. Gestoría: aunque opcional, suele encargarse de la gestión de impuestos y trámites administrativos para evitar errores.

Estos gastos se calculan habitualmente como un porcentaje del precio de la vivienda, por lo que conviene incluirlos en el plan financiero antes de firmar.

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Otros impuestos y tasas

En determinadas situaciones pueden aplicarse otros impuestos menores o tasas específicas según la comunidad autónoma o el tipo de vivienda. Entre ellos se incluyen:

  1. Tasa por inspección técnica o certificados urbanísticos: algunos municipios requieren comprobaciones adicionales sobre la legalidad y el estado del inmueble.
  2. Costes de tasación: obligatorios si la compra se financia mediante hipoteca.
  3. Comisiones bancarias: vinculadas a la apertura de hipoteca y la gestión de seguros asociados.
  4. Seguros de hogar vinculados a la hipoteca: en algunos casos obligatorios para formalizar la financiación.

Considerar todos estos costes ayuda a evitar desequilibrios financieros y a planificar con precisión el gasto total de la compra.

Resumen de impuestos y gastos al comprar una vivienda nueva

Resumen de impuestos y gastos al comprar una vivienda nueva: Al adquirir una vivienda nueva, el comprador debe contemplar varios costes adicionales al precio del inmueble. Entre los principales se encuentra el IVA, que suele ser del 10% para viviendas habituales y del 4% para viviendas de protección oficial (VPO). También se aplica el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), cuyo tipo varía entre el 0,5% y el 1,5% según la comunidad autónoma. A estos se suman los gastos notariales y registrales, que incluyen honorarios del notario y costes de gestión administrativa, así como otros gastos asociados como tasas municipales, tasación de la vivienda, comisiones hipotecarias y seguros vinculados a la financiación. Todos estos elementos conforman el coste real de la compra y deben incluirse en la planificación financiera del comprador.

Consejos para planificar el presupuesto

Para que la compra sea segura, es recomendable elaborar un presupuesto completo que incluya todos los impuestos y gastos asociados. Solicitar un desglose detallado al promotor, consultar con notario o gestor sobre los tipos de AJD y IVA aplicables, y considerar los costes de financiación, tasación y seguros permite tomar decisiones informadas. De este modo, se evita asumir gastos inesperados y se asegura que la inversión se realice de manera planificada.

En la práctica, un buen plan de compra debe contemplar: todos los impuestos principales (IVA y AJD), gastos notariales y registrales, tasas y certificados adicionales, y costes de financiación y seguros. Combinar estos elementos dentro del presupuesto ayuda a calcular el coste real y facilita una compra más segura y consciente.

Conocer en detalle todos los impuestos y gastos al comprar una vivienda nueva permite tomar decisiones informadas, planificar correctamente la inversión y evitar sorpresas desagradables a la hora de formalizar la compra.